Comida de la Revolución Mexicana
Emiliano Zapata bebía atole, mientras Pancho Villa malteadas de fresa. El pulque se popularizó en las clases altas y bajas.
La Revolución Mexicana dio lugar a muchos cambios, políticos, sociales, económicos y hasta gastronómicos. La influencia del cocina francesa, importada por las clases altas, dio origen a muchos usos, adaptaciones y mezclas de platillos que hasta ahora consumimos y conocemos. Por ejemplo, la palabra consomé que tiene su origen en la lengua francesa.
Por otra parte, las clases bajas: obreros, trabajadores e indígenas mantenían su gastronomía en las bases del maíz, frijol, chile y antojitos. Aún así las revueltas sociales que desencadenó la Revolución hizo que estos ingredientes básicos aumentaran su precio, debido a sus escasez, al abandono de los campos, a la recuperación de las tierras y a la pobreza extrema en la que por décadas había vivido el pueblo.
Fuente: El Universal
Numerosos investigadores, cronistas e historiadores han retratado a la cocina revolucionaria como una época en donde prevalecía el café de olla, el pulque y el tequila. Las clases trabajadoras consumían guisados con carne, chiles, así como legumbres como el frijo, habas y lentejas.
El poeta y cronista mexicano Salvador Novo cuenta que en la Revolución los hacendados recibían el pulque directamente de sus propios tinacales y con el aguamiel acompañaban platillos clásicos.
Se decía que la dieta de Emiliano Zapata consistía en atoles de ciruela, elote, piloncillo y canela, así como el mole de olla con bolitas de masa, frijoles de olla, tortillas hechas a mano y salsa de tomate con jumiles; todo esto preparado por su esposa.
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Fuente: Tumblr
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Francisco Villa cargaba carne seca y las soldaderas le preparaban esa carne seca guisada con salsa de cuatro chiles o asado de puerco. También se dice que las enchiladas le encantaban y no bebía alcohol. No tenía gusto por la cerveza, pues le sabía a ‘orines’ y una de sus bebidas favoritas era la malteada de fresa que consumía en El Paso.
El tequila fue una de las bebidas que repuntó en la Revolución, pues ayudaba a los soldados a darse valor y mitigar el cansancio y la nostalgia.