PepsiCo desafía al nuevo impuesto a refrescos con una ambiciosa transformación de sus productos que ya muestra resultados visibles en los anaqueles mexicanos.
La respuesta de PepsiCo al Gobierno mexicano ha sido contundente ante el nuevo impuesto a bebidas azucaradas que entrará en vigor en 2026. La gigante refresquera ha anunciado una ambiciosa estrategia para mantenerse competitiva en el mercado nacional, mediante la reformulación radical de su portafolio.
PepsiCo y su embotelladora en México, GEPP, establecieron una meta que transformará el panorama de bebidas carbonatadas en el país. Para 2030, el 90% de sus productos contendrá menos de 20 calorías por cada 100 mililitros, una decisión que responde directamente al incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Este movimiento estratégico no es improvisado, según afirma la compañía. Por el contrario, forma parte de una transformación sostenida que lleva más de una década en implementación y que ya muestra resultados tangibles en los anaqueles de los supermercados.
El esfuerzo de reformulación de PepsiCo ha generado cambios significativos en sus productos más populares:
La compañía asegura que estas modificaciones superan ampliamente el promedio alcanzado por la industria y los compromisos establecidos por la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb).
Imagen: Distribuciones Porro
A partir de enero de 2026, entrará en vigor el nuevo IEPS que aumentará significativamente los impuestos a bebidas azucaradas. Las bebidas con azúcar pagarán 3.08 pesos por litro, mientras que incluso las versiones sin azúcar tendrán una cuota de 1.5 pesos por litro.
Este ajuste fiscal ha acelerado la transformación del sector. Sin embargo, PepsiCo insiste en que su estrategia de reformulación no es una simple reacción al impuesto, sino parte de un plan global a largo plazo.
Para alcanzar su meta antes mencionada, PepsiCo implementará diversas acciones complementarias:
La empresa no se limitará a reformular las bebidas existentes; también ampliará su catálogo de productos con alternativas bajas en calorías mediante:
PepsiCo anunció que reforzará sus políticas de autorregulación publicitaria, especialmente en lo relacionado con:
El movimiento de PepsiCo se enmarca en un contexto más amplio. El sector de bebidas azucaradas está experimentando una revolución impulsada tanto por tendencias de consumo como por políticas gubernamentales.
Otras empresas del sector también han respondido al desafío. Por ejemplo, Coca-Cola México ya anunció que reducirá en 30% las calorías de su producto insignia y eliminará la publicidad dirigida a menores de 16 años.
México, con un consumo promedio de 166 litros de refresco por persona al año, enfrenta un desafío de salud pública significativo. La reformulación de estos productos podría tener implicaciones importantes para:
Queda por ver cómo responderán los consumidores mexicanos a estas transformaciones. El reto para las refresqueras será mantener la fidelidad de sus clientes mientras cambian radicalmente la composición de sus productos.
La respuesta de PepsiCo al Gobierno demuestra la capacidad de adaptación de las grandes corporaciones ante cambios regulatorios. Este caso podría convertirse en un referente para otros mercados donde se implementen medidas similares para combatir problemas de salud relacionados con el consumo de azúcar.