Cuida lo que comes:
Seguramente has escuchado mil veces que para tener una buena salud es necesario alimentarse sanamente, y aunque suena repetitivo, esto es totalmente cierto. No se trata de llevar una dieta perfecta, pero sí de incluir vegetales, frutas, grasas saludables, cereales integrales e incluso algún alimento fermentado en nuestras comidas. Esto ayudará a fortalecer la microbiota y está comprobado que una microbiota intestinal sana puede mejorar la inmunidad.
Prioriza tus horas de sueño:
El estilo de vida actual se ha convertido en el enemigo número uno del sueño. Entre pendientes, trabajo, traslados y redes sociales, parece imposible descansar 7 u 8 horas diarias. A pesar de tener mil pendientes, es importante priorizar la calidad del sueño para fortalecer el sistema inmune, pues de lo contrario podemos aumentar la posibilidad de contraer una infección o resfriado.
Apóyate en la suplementación:
De acuerdo con la OMS, para que el organismo funcione de manera adecuada, es necesario comer al menos 400 g de frutas y verduras todos los días, y seamos sinceros, por más que lo deseemos, obtener todas las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita únicamente a través de la alimentación es una tarea casi imposible. Debido a ello, incluir suplementos en el día a día puede ayudarnos a mejorar la salud de manera integral. Incluir vitamina C, D, Zinc y Omega 3 puede ayudarnos a tener grandes beneficios y además podemos consumir precursores de glutatión, tales como Immunocal, pues estos nos ayudan a potenciar su producción, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, desintoxicar el organismo y potenciar la energía celular.
Vigila tus niveles de estrés:
Probablemente en los últimos años has escuchado que vivir con niveles de estrés altos provoca un sin fin de desequilibrios en el organismo, y aunque esto puede parecer algo muy caótico, la realidad es que no se debe tomar a la ligera. El estrés prolongado promueve la inflamación, así como los desequilibrios en la función celular inmune. Incorporar actividades al aire libre, hacer ejercicio y meditar pueden ayudar a mantener la mente tranquila.