La función secreta de tu lavadora que solo sirve en climas fríos y húmedos (y casi nadie usa)

En el corazón de nuestro hogar, la lavadora ha evolucionado de ser una simple comodidad a convertirse en un pilar fundamental de la rutina familiar. Especialmente cuando el clima se torna frío y la humedad se instala en el ambiente, enfrentamos un desafío recurrente: ¿cómo asegurar que nuestra ropa no sólo quede limpia, sino que también se sienta fresca y libre de ese molesto olor a encierro o a humedad?

Es en estos escenarios es donde la tecnología de nuestros electrodomésticos realmente brilla, ofreciéndonos soluciones inteligentes a problemas cotidianos. Si bien muchas familias se enfocan en la capacidad de carga o la eficiencia energética al elegir una lavadora, hay una función específica que cobra una importancia crítica durante los meses de invierno y las temporadas de lluvia: el ciclo de centrifugado avanzado o de alta velocidad (RPM).

El Desafío del Secado Lento

En climas fríos y húmedos, el aire retiene más agua y la capacidad de evaporación disminuye drásticamente. Esto significa que la ropa tarda mucho más en secar. Una prenda que permanece húmeda por un tiempo prolongado no sólo interrumpe nuestra planificación diaria, sino que también se convierte en un nido de cultivo para bacterias y moho microscópicos, que son los responsables directos del mal olor. No importa cuán efectivo haya sido el detergente; si la ropa no se seca rápidamente, el esfuerzo se pierde.

Conoce cómo preparar tu lavadora y cómo configurarla en estos fríos. Foto: Mi Electro.

La Función Clave: Un Potente Escudo contra la Humedad

Aquí es donde el ciclo de centrifugado avanzado se revela como nuestra herramienta más poderosa. A diferencia de los ciclos estándar, un centrifugado de alta velocidad no se limita a “escurrir” la ropa. Su acción es la de extraer físicamente una cantidad significativamente mayor de agua de las fibras del tejido.

Piénsalo de esta manera: si la ropa sale de la lavadora con un 50% de humedad, le tomará el doble de tiempo secar que si sale con un 25%. Al reducir drásticamente el contenido de agua restante, la lavadora minimiza el tiempo de exposición de la prenda a la humedad ambiental. Esto tiene un doble beneficio crucial:

1. Acelera el Secado: Las prendas pasan mucho menos tiempo colgadas en interiores o en tendederos, lo que reduce la posibilidad de que adquieran olores desagradables.

2. Protege las Fibras: Al acortar el proceso de secado, se evita el uso excesivo de secadoras (ahorrando energía) o la necesidad de tender la ropa cerca de fuentes de calor directo, lo cual puede dañar las telas.

Consejos para un Invierno sin Olores

Para maximizar la eficacia de su lavadora en esta época, le recomendamos:

• Seleccionar la RPM más alta que su tipo de tela lo permita (siempre consulte las etiquetas de cuidado de la ropa).

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• No sobrecargar el tambor. Un tambor lleno hasta el límite impide que la lavadora alcance su velocidad de centrifugado óptima.

• Retirar la ropa de inmediato después de que el ciclo finalice y tenderla en un área con la mejor ventilación posible.

Con estas recomendaciones mantendrás tu ropa seca y limpia. Foto: Blog Mabe,

Cuando los termómetros bajan y la lluvia nos acompaña, la verdadera magia de nuestra lavadora reside en su capacidad para expulsar el agua de manera eficiente. Invertir en una máquina con un potente centrifugado avanzado es una decisión familiar inteligente que asegura que, incluso en los días más fríos y húmedos, cada prenda de nuestra familia esté siempre lista, fresca y con ese olor reconfortante a ropa limpia.