Cómo limpiar las parrillas engrasadas de la estufa con truco casero

Lavar las parrillas engrasadas de la estufa es una tarea desafiante y desagradable. A veces, a pesar de los mejores esfuerzos, quedan residuos pegajosos y difíciles de eliminar. Pero no te preocupes, acá te digo como limpiarlas con un remedio casero. Además, checa este remedio casero para limpiar los quemadores de la estufa y dejarlos como nuevos-

Si has luchado para eliminar eficientemente esa suciedad persistente, estás en el lugar correcto. En este post, conocerás un secreto que te ayudará a limpiar las parrillas de estufa de manera efectiva y sin esfuerzo. Además, checa este truco con cebolla para quitar el óxido de la estufa ¡Sin rayarla!

Limpiar las parrillas engrasadas de la estufa puede parecer una tarea difícil, pero con el método del remojo, podrás eliminar eficientemente la suciedad y la grasa acumuladas. Recuerda seguir las precauciones de seguridad al manipular productos químicos y siempre utilizar guantes y protección ocular.

Método del remojo de parrillas engrasadas

Materiales:

• Amoníaco concentrado
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• Agua
• Recipiente grande

Procedimiento paso a paso:

1. PREPARAR una solución de limpieza: Mezcla una parte de amoníaco concentrado con tres partes de agua en un recipiente lo suficientemente grande para sumergir las rejillas.

2. RETIRA las rejillas de la cocina: Si es posible, desmonta las rejillas de la cocina para facilitar la limpieza. Si no, asegúrate de cubrir bien el área circundante para protegerla de salpicaduras y residuos.

3. SUMERGE las rejillas en la solución: Coloca las rejillas en el recipiente con la solución de amoníaco y agua. Asegúrate de que estén completamente sumergidas. Si las rejillas son muy grandes para el recipiente, puedes utilizar bolsas de plástico grandes y resistentes.

4. DEJA que las rejillas remojen: Deja las rejillas sumergidas en la solución durante al menos varias horas, preferiblemente durante la noche. El amoníaco ayudará a descomponer y aflojar la grasa y los residuos pegajosos.

5. LIMPIA las rejillas: Después de que las rejillas hayan remojado el tiempo suficiente, retíralas del recipiente y enjuágalas con agua tibia para eliminar los residuos de amoníaco. Utiliza una esponja o un cepillo suave para fregar cualquier residuo persistente.

6. SECA y vuelve a colocar las rejillas: Una vez que las rejillas estén limpias, sécalas completamente antes de volver a colocarlas en su lugar. Asegúrate de que estén completamente secas para evitar la formación de óxido.

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