Cómo conservar un ramo de flores: 10 consejos sencillos

Descubre cómo mantener un ramo de flores fresco y vibrante durante más tiempo. Sigue estos prácticos consejos y prolonga su belleza en tu hogar.
Cuando regalamos o compramos flores, siempre deseamos que mantengan su frescura y encanto por mucho tiempo. Pero, ¿qué hacer para evitar que pierdan rápidamente su belleza? Descubre estos consejos clave que te ayudarán a conservar tus flores radiantes y llenas de vida por más tiempo. ¡Toma nota! Además, checa Las 5 plantas que pueden perfumar tu casa de forma natural
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10 consejos para mantener la frescura de tus flores
Retira el envoltorio: Aunque pueda parecer obvio, el primer paso es quitar el plástico o papel que envuelve tu ramo de flores. Esto permite que el aire circule adecuadamente, evitando problemas de transpiración que podrían afectar su vida útil.
Usa un recipiente amplio: Lo ideal es colocar las flores en un jarrón o recipiente de cuello ancho, asegurándote de que los tallos no queden demasiado ajustados. La presión excesiva sobre los tallos puede dañarlos y acelerar el proceso de marchitamiento. Si prefieres, puedes dividir el ramo entre dos jarrones para darles más espacio.
Opta por agua tibia o templada: Para la mayoría de las flores cortadas, es recomendable utilizar agua tibia a una temperatura aproximada de 43-44 ºC, ya que las moléculas de agua caliente se mueven más rápido a lo largo del tallo. . Sin embargo, hay excepciones: en el caso de las rosas o las flores bulbosas, es mejor emplear agua fría.
Elimina las hojas inferiore: Retira las hojas que queden sumergidas en el agua del jarrón, ya que estas tienden a descomponerse rápidamente, fomentando el crecimiento de bacterias que pueden perjudicar al resto del ramo.
Descarta las flores marchitas: Si tienes un ramo con flores variadas, ten en cuenta que algunas especies duran más que otras. Retira las flores y hojas que comiencen a marchitarse para evitar que afecten al conjunto y prolongar la vida de las demás.
Ubica el ramo en el lugar adecuado: Es importante colocar el ramo dentro del hogar en un espacio fresco y bien iluminado. Manténlo alejado de fuentes de calor como la calefacción y evita que reciba luz solar directa. Asimismo, procura que no esté expuesto a corrientes de aire o al flujo directo del aire acondicionado.
Proporciónale nutrientes: Los nutrientes pueden extender la frescura de las flores. Disolver un par de aspirinas en agua tibia es una buena opción, al igual que añadir unas cucharaditas de vinagre para prevenir el crecimiento de bacterias. También puedes incorporar azúcar al agua, ya que es un excelente alimento para las flores.
Cambia el agua diariamente: El cambio de agua es esencial para prolongar la vida de tus flores. Aunque lo recomendado es cada tres días, lo ideal sería realizarlo todos los días.
Separa las flores del ramo: Si cuentas con un ramo variado, separarlo puede ser beneficioso no solo para mejorar la circulación del aire entre las flores, sino también porque cada tipo de flor tiene necesidades específicas. Además, algunas especies no se llevan bien entre sí; por ejemplo, los narcisos y jacintos cortados emiten sustancias químicas que perjudican a otras flores, por lo que es preferible colocarlas en recipientes diferentes.
Humedece los pétalos: En épocas de calor intenso, como en verano, puedes pulverizar un poco de agua fresca sobre los pétalos para mantenerlos hidratados. Para evitar dañarlos, asegúrate de pulverizar desde una distancia mínima de 10 centímetros.
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