Estos son los alimentos que subieron de precio por la inflación en esta época navideña

La Navidad, es un momento de tradición inquebrantable, donde el aroma a pavo horneado, romeritos y ponche se convierte en el lenguaje universal de la alegría. Sin embargo, en los últimos años, preparar este festín se ha convertido en un desafío económico para muchos hogares, un fenómeno que tiene un nombre conocido: inflación en Navidad.

Este término, que a menudo escuchamos en los noticieros, se traduce en un incremento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios. Si bien la inflación afecta a nuestra economía durante todo el año, su impacto se siente de manera particular y aguda cuando nos acercamos a diciembre, justo al momento de planificar la más esperada de las comidas: la cena de Nochebuena.

Los alimentos que suben por la inflación

Al hacer el recorrido por el mercado o el supermercado, las familias notan inmediatamente el alza en los costos de los productos que son el alma de la cena. El protagonista indiscutible, el pavo o la pierna de cerdo, ha visto elevar su precio considerablemente. Este incremento no sólo se debe a la demanda estacional, sino también al aumento en los costos de producción y transporte. Lo mismo sucede con el bacalao, un platillo que, si bien no es el más común en todas las regiones, es una tradición irrenunciable para muchas familias mexicanas, y su naturaleza de producto importado lo hace sensible a la volatilidad del tipo de cambio y a los costos internacionales.

Pero la subida de precios no se limita a los platillos principales. Los ingredientes de los acompañamientos y postres esenciales también se han encarecido. Pensemos en los romeritos, cuyo mole requiere chiles secos, semillas y camarón. O en el clásico puré de manzana, que necesita de lácteos y frutas cuyo precio se ajusta al ritmo inflacionario. Incluso el ponche, una bebida reconfortante y especiada, implica un desembolso mayor por el costo de las frutas de temporada como la guayaba, la manzana y la caña, además del piloncillo.

Toma en cuenta en el presupuesto el aumento de precios si vas a necesitar ciertos ingredientes. Foto: Directo al Paladar.

Consejos para hacerle frente a la inflación

Ante este panorama, las familias han demostrado una admirable capacidad de adaptación. Lejos de renunciar a la tradición, se han enfocado en aplicar estrategias de consumo más inteligentes. Hoy más que nunca, es clave la planeación anticipada. Comparar precios en diferentes establecimientos (mercados locales, tiendas de autoservicio y centrales de abasto) se vuelve una tarea fundamental.

Una tendencia creciente es la sustitución o la moderación en las porciones. Hay quienes optan por alternativas más económicas o por platillos regionales que, aunque festivos, requieren ingredientes menos costosos que el pavo o el bacalao. Además, la compra colaborativa, donde varios miembros de la familia se unen para adquirir productos al mayoreo, se ha convertido en una excelente manera de amortiguar el impacto en el bolsillo.

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Puedes comprar con anticipación alimentos que duren congelados. Foto: Square.

La Navidad es un acto de fe y de unión. Aunque el factor económico nos preocupa, es importante recordar que el verdadero valor de la cena navideña reside en la oportunidad de compartir, de reflexionar y de estrechar los lazos afectivos. El plato puede ser un poco menos abundante o el ingrediente sustituido, pero la alegría de la convivencia y el espíritu de la época deben permanecer inalterables.

Que esta temporada nos inspire a ser más creativos con nuestros menús y más solidarios con nuestros presupuestos, sin perder nunca de vista que el mejor regalo siempre será la presencia de nuestros seres queridos.

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