Su textura cremosa y su sabor ahumado la convierten en una opción reconfortante y llena de historia. Se sirve caliente y se acompaña con crema, queso fresco, tiras de tortilla dorada y aguacate, logrando un equilibrio perfecto entre lo crujiente y lo suave. Ideal para compartir en familia o disfrutar en días frescos.
Para una textura más cremosa y consistente, agrega un poco de tortilla frita al momento de licuar la base de la sopa. Esto le dará cuerpo sin necesidad de espesantes artificiales, manteniendo el sabor tradicional.
Receta de sopas-@danto_solano
Para 4 personas
Para acompañar