Tarta de yogur griego con arándanos: Receta sin horno en 3 pasos
Descubre cómo la cremosidad del yogur griego se transforma en un postre de ensueño que no necesita horno pero conquista todos los paladares.
¿Buscas un postre que combine sabor, frescura y facilidad? La tarta de yogur griego es la respuesta perfecta para esos momentos en que deseamos algo delicioso sin encender el horno. Esta receta se ha convertido en la favorita de muchos por su textura cremosa y el equilibrio perfecto entre la dulzura de los arándanos y la suavidad del yogur. Además, su preparación en solo tres pasos la convierte en una opción ideal tanto para principiantes como para cocineros experimentados.
Ingredientes que necesitarás
Para la Base
- 175 g de galletas digestivas con toque de limón. Te recomendamos este video
- 110 g de mantequilla sin sal.
- 1 cucharadita de ralladura de limón.
Para el relleno
- 500 g de yogur griego natural.
- 250 ml de nata para montar.
- 100 g de azúcar.
- 8 hojas de gelatina.
- 300 g de arándanos frescos o congelados.
- 2 cucharadas de miel.
Para decorar
- Hojas frescas de menta
- Azúcar glas para espolvorear
- Arándanos adicionales
- Ralladura de limón
Utensilios necesarios
- Molde desmontable de 23 cm.
- Papel de horno.
- Procesador de alimentos o rodillo.
- Cacerola pequeña.
- Batidora de mano.
Receta de tarta de yogur griego con arándanos: Paso a paso
Paso 1: Preparación de la base crujiente
Comienza forrando el molde desmontable con papel de horno y engrasando ligeramente los laterales para facilitar el desmoldado posterior. Derrite la mantequilla a fuego lento hasta que esté completamente líquida. Mientras tanto, tritura las galletas digestivas hasta conseguir un polvo fino y homogéneo. Puedes utilizar un procesador de alimentos o colocarlas en una bolsa resistente y pasarles el rodillo por encima.
Añade la ralladura de limón a las galletas trituradas y vierte la mantequilla derretida sobre esta mezcla. Combina todos los ingredientes hasta obtener una masa húmeda pero compacta. Vierte esta preparación en el molde y presiónala firmemente contra la base utilizando el dorso de un vaso o una cuchara. Asegúrate de que quede una capa uniforme y bien compactada. Lleva al refrigerador durante al menos 30 minutos para que se endurezca.
Paso 2: Preparación de la compota de arándanos
Los arándanos aportan un toque de acidez que contrasta perfectamente con la cremosidad del yogur. Comienza remojando las hojas de gelatina en agua fría durante aproximadamente 5 minutos, hasta que estén blandas y flexibles. Mientras tanto, coloca los arándanos en una cacerola pequeña y cocínalos a fuego medio-bajo.
Añade una cucharada de azúcar y dos cucharadas de agua para facilitar el proceso. Deja que se cocinen durante unos 8-10 minutos, removiendo ocasionalmente hasta que los arándanos liberen su jugo y comiencen a deshacerse. Aparta del fuego y tritura con una batidora de mano hasta conseguir una compota suave y sin grumos.
Escurre las hojas de gelatina, presionándolas ligeramente para eliminar el exceso de agua. Incorpóralas a la compota de arándanos cuando ésta aún esté caliente, pero no hirviendo. Mezcla bien hasta que la gelatina se disuelva por completo. Deja enfriar a temperatura ambiente, sin que llegue a cuajarse.
Paso 3: Montaje final de la tarta
La combinación del yogur griego con la nata montada crea una textura increíblemente sedosa. Comienza batiendo la nata fría con 90 g de azúcar hasta conseguir picos firmes pero no excesivamente duros. En un recipiente aparte, mezcla el yogur con las dos cucharadas de miel, creando una base cremosa y ligeramente dulce.
Incorpora suavemente la nata montada al yogur con movimientos envolventes para mantener la aireación. Cuando tengas una mezcla homogénea, añade gradualmente la compota de arándanos con gelatina, que debería estar tibia pero no caliente. Remueve con delicadeza hasta integrar todos los componentes.
Vierte esta preparación sobre la base de galletas refrigerada, asegurándote de que quede una superficie lisa y uniforme. Golpea suavemente el molde contra la encimera para eliminar posibles burbujas de aire. Refrigera durante al menos 3 horas, aunque idealmente toda la noche para que la tarta cuaje completamente.
Presentación y consejos para servir
Para un toque visual impactante, decora tu tarta de yogur griego con arándanos frescos adicionales y unas hojas de menta. Puedes espolvorear ligeramente con azúcar glas justo antes de servir y añadir un poco de ralladura de limón para realzar el aroma cítrico. Esta tarta se mantiene perfectamente en refrigeración hasta 3 días.
Si deseas darle un toque más festivo, puedes flamear brevemente los arándanos de la decoración con un poco de licor de frutas o servir la tarta acompañada de una salsa caliente de arándanos para crear un contraste de temperaturas. La tarta de yogur griego es ideal para celebraciones veraniegas, reuniones familiares o simplemente como un capricho delicioso tras una cena ligera.
Variaciones y adaptaciones
Opción sin lácteos
- Sustituye el yogur griego por yogur de coco o almendras.
- Utiliza margarina vegetal en lugar de mantequilla.
- Emplea nata vegetal para montar.
Versión reducida en azúcares
- Reemplaza el azúcar por eritritol o stevia.
- Utiliza galletas integrales sin azúcares añadidos.
- Aprovecha la dulzura natural de los arándanos.
Adaptación con frutos rojos mixtos
- Combina arándanos con frambuesas, moras o fresas.
- Ajusta la cantidad de azúcar según la acidez de las frutas.
- Crea efectos marmoleados en la tarta con diferentes compotas.
¿Te animas a preparar esta deliciosa tarta de yogur griego?
La tarta de yogur griego con arándanos se ha convertido en un clásico moderno de la repostería casera por su equilibrio perfecto entre sabor, textura y sencillez. Sin necesidad de horno y con ingredientes fáciles de conseguir, este postre te permitirá disfrutar de un momento dulce sin complicaciones. ¡Anímate a preparar esta delicia refrescante y sorprende a tus seres queridos con un postre digno de la mejor pastelería!





