Las 3 poderosas razones por las que el IMSS sugiere no exceder el consumo de tamales
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), velando por el bienestar de las familias mexicanas, ha emitido una serie de recomendaciones importantes, no para prohibir este ícono culinario, sino para invitarnos a la moderación. Nos comparte tres poderosas razones para no exceder el consumo de tamales y mantener así una vida saludable:
En México, nuestro corazón gastronómico late al ritmo de tradiciones ricas en sabor y significado. Pocos platillos encarnan este espíritu tan deliciosamente como el tamal, un manjar que nos acompaña en celebraciones, mañanas frías o simplemente en el antojo cotidiano. Sin embargo, en esta celebración del paladar, es fundamental recordar que el equilibrio es la clave para la salud.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), velando por el bienestar de las familias mexicanas, ha emitido una serie de recomendaciones importantes, no para prohibir este ícono culinario, sino para invitarnos a la moderación. Nos comparte tres poderosas razones para no exceder el consumo de tamales y mantener así una vida saludable:
3 razones para no exceder comer tamales
1. El Impacto Calórico
La primera y más contundente razón es el alto valor calórico de este delicioso platillo. Un solo tamal puede aportar alrededor de 600 calorías. Si a esto le sumamos el acompañamiento tradicional, como un atole o un champurrado (bebidas también ricas en carbohidratos y azúcares), la ingesta puede elevarse fácilmente a cerca de mil calorías por porción.
Para ponerlo en perspectiva, el IMSS señala que una mujer adulta promedio requiere entre 1,600 y 1,800 calorías al día, mientras que un hombre adulto necesita alrededor de 2,000. Consumir un tamal con atole podría representar más de la mitad de las necesidades energéticas diarias en una sola comida. El exceso constante de calorías se traduce en un incremento de peso, que es un factor de riesgo para desarrollar diversas enfermedades crónicas.
¿Cuántas tortillas es saludable comer según el IMSS?
¿Su consumo frecuente puede afectar más a algunas personas? Te explicamos cómo prevenir. Foto: Fundación UNAM
El consumo excesivo y frecuente de alimentos con alto contenido de grasas, carbohidratos refinados y azúcares añadidos, como ocurre en la combinación típica de tamal con atole o chocolate, representa un riesgo significativo para la salud, especialmente para aquellos miembros de la familia que ya viven con enfermedades crónico-degenerativas.
El IMSS es enfático en que la moderación es vital para personas con padecimientos como obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial y colesterol elevado. El alto contenido de estos nutrientes puede descontrolar los niveles de glucosa y lípidos en la sangre, poniendo en peligro la estabilidad de su salud y el éxito de su tratamiento médico. Priorizar la salud de nuestros seres queridos es un acto de amor.
3. Prevención de Infecciones Gastrointestinales
Finalmente, la tercera razón se centra en la inocuidad alimentaria. El IMSS recuerda que durante las festividades donde el consumo de tamales aumenta considerablemente, también se registra un alza en los casos de intoxicación alimentaria e infecciones gastrointestinales.
Esto se debe a que la preparación de los tamales, que incluye masa y rellenos de carne o pollo, requiere de una manipulación y cocción adecuada, así como una óptima conservación para evitar el crecimiento de bacterias. Si se consumen tamales preparados con ingredientes en mal estado o que no fueron cocidos correctamente, se corre el riesgo de sufrir complicaciones digestivas. Por ello, el Instituto recomienda siempre asegurarse de la buena procedencia y cocción del alimento.
Cuida de tu salud y realiza tus alimentos de forma balanceada. Foto: Cocina Vital
El mensaje del IMSS es claro y afectuoso: podemos y debemos disfrutar de nuestros platillos tradicionales, pero con sabiduría y mesura. La clave está en moderar la porción (quizás optar por una parte en lugar de un tamal entero), sustituir el atole por una taza de té o café sin azúcar, y balancear el resto de la dieta dando preferencia a vegetales y ensaladas. Al aplicar estos sencillos consejos, honramos nuestra tradición sin comprometer el tesoro más grande que tenemos: la salud.
