5 colores de platos que “engañan” a tu cerebro y cambian tus hábitos alimenticios, según la psicología
Tu plato está secretamente “controlando” cuánto comes, y la ciencia descubrió cuáles colores son los responsables.
Cada día, millones de personas sirven sus alimentos sin sospechar que los colores de platos está secretamente influyendo en sus hábitos alimenticios. La psicología del color ha revelado que estos tonos actúan como sutiles manipuladores cerebrales que determinan cuánto comemos.
¿Por qué importan los colores de platos?
Según investigaciones, el contraste entre la comida y el recipiente donde la servimos desencadena respuestas neurológicas que modifican nuestra percepción de las porciones. Este fenómeno, conocido como ilusión de Delboeuf, afecta directamente nuestras decisiones alimentarias sin que lo notemos.
Especialistas de la Universidad de Cornell demostraron que las personas con poco contraste entre alimento y plato se sirvieron 22% más comida. Por lo tanto, la elección de vajilla no es meramente estética, sino una herramienta psicológica que puede ayudarnos a mantener una alimentación balanceada.
¿Cuáles son los colores de platos que “engañan” a tu cerebro?
1. Blanco: Un engañador silencioso
Los platos blancos representan la opción más común en los hogares, pero también pueden ser nuestros mayores saboteadores dietéticos. Este color, aparentemente inocente, tiende a difuminar los límites visuales con alimentos claros como arroz, pasta o pollo.
Cuando servimos comida blanca en vajilla blanca, nuestro cerebro subestima la cantidad real en el plato. Como resultado, tendemos a servirnos porciones más grandes sin percibirlo. Sin embargo, este mismo color puede ser beneficioso cuando consumimos vegetales coloridos, ya que resalta visualmente su presencia.
2. Rojo: El controlador del apetito
Los platos rojos funcionan como semáforos para nuestro sistema digestivo. Dicho color potente activa dos mecanismos contradictorios:
- Estimula el apetito por su asociación con marcas de comida rápida. Te recomendamos este video
- Envía señales sutiles de “detenerse” que pueden reducir el consumo.
Por estas propiedades duales, la vajilla roja resulta especialmente útil para:
- Personas que buscan controlar porciones.
- Quienes siguen planes alimenticios específicos.
- Comensales que desean mantener un equilibrio en sus comidas.
Estudios recientes sugieren que este color puede disminuir el consumo entre un 10% y 15% en comparación con platos de tonos neutros.

Imagen: ELLE
3. Azul: El supresor natural
El color azul posee una característica única: prácticamente no existe en alimentos naturales. Esta rareza lo convierte en un potente supresor del apetito, pues nuestro cerebro no lo asocia instintivamente con la comida.
Investigadores en psicología alimentaria han documentado que comer en platos azules:
- Reduce la ingesta calórica hasta en un 20%.
- Disminuye la percepción de sabor de los alimentos.
- Crea una sensación de menor apetencia visual.
Por estas razones, nutricionistas recomiendan la vajilla azul para personas con objetivos de pérdida de peso o control de porciones.
4. Negro: El amplificador de porciones
Los platos negros crean un contraste dramático que transforma nuestra percepción alimentaria. Ese color intenso genera una ilusión óptica donde las porciones parecen más pequeñas de lo que realmente son.
Este efecto visual tiene varias aplicaciones prácticas:
- Restaurantes gourmet usan vajilla negra para que las porciones pequeñas parezcan generosas.
- Chefs emplean este color para resaltar alimentos coloridos.
- Hogares que buscan una experiencia gastronómica más sofisticada.
No obstante, debemos considerar que este tono también puede inducirnos a servir más comida precisamente por esa percepción de porciones reducidas.
5. Amarillo: El estimulador de apetito
El color amarillo transmite alegría y energía, cualidades que se trasladan directamente a nuestra experiencia alimentaria. Por ello, la vajilla amarilla ha demostrado efectos notables en poblaciones específicas:
- Estimula el apetito en personas mayores con Alzheimer.
- Aumenta el consumo en niños pequeños y quisquillosos.
- Genera una sensación de satisfacción y bienestar durante las comidas.
Un estudio reciente confirmó que el uso de platos amarillos puede incrementar la ingesta hasta en un 25% en personas con poco apetito, convirtiéndolo en un aliado para quienes necesitan aumentar su consumo calórico.
Aprovecha la psicología de los colores de platos en tu mesa
Ahora que conoces cómo los colores de platos influyen directamente en tus hábitos alimenticios, puedes utilizar esta información para mejorar tu relación con la comida. Dependiendo de tus objetivos personales, la elección de vajilla adquiere un nuevo significado.
Para quienes buscan controlar porciones, los tonos azules y rojos serán grandes aliados. Si tu meta es estimular el apetito, especialmente en niños o adultos mayores, el amarillo representa la mejor opción. Finalmente, recuerda que el contraste entre alimento y plato determina significativamente cuánto comes.




