¿Arroz en peligro de extinción? Esta es la situación en México y otros países

Latinoamérica, e incluso todo el mundo, se enfrentan a un futuro donde este grano esencial podría desaparecer de las mesas antes de 2050.
El arroz en peligro de extinción se ha convertido en una realidad alarmante que amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas en Latinoamérica. Este cereal, base de la alimentación diaria de gran parte de la población, enfrenta una crisis sin precedentes debido a múltiples factores. La producción arrocera está disminuyendo a niveles críticos en países como México, Panamá y Bolivia, poniendo en riesgo tanto su disponibilidad como su diversidad.
La devastadora situación en México
El colapso de la producción morelense
En México, el panorama es particularmente desolador para el arroz de Morelos. Durante las últimas cuatro décadas, este grano emblemático ha experimentado una caída vertiginosa en su producción. Los datos son contundentes: de 48,000 toneladas que se producían en los años 80, la cifra se ha desplomado a tan solo 3,000 toneladas estimadas para 2025.
Esta dramática reducción representa más del 90% de pérdida productiva, situando al arroz morelense al borde de la extinción. Por consiguiente, la cadena de valor completa está en crisis, desde los campos hasta los molinos, que ahora operan muy por debajo de su capacidad instalada.
Factores que amenazan al arroz mexicano
Múltiples causas han contribuido al declive del cultivo tradicional:
- Presión económica: los arrendatarios de tierras prefieren cultivos más rentables como caña de azúcar y jícama. Te recomendamos este video
- Falta de financiamiento: los productores y molinos enfrentan dificultades para acceder a créditos.
- Burocracia: la Denominación de Origen otorgada en 2012 no se ha concretado por obstáculos administrativos.
- Cambio climático: afecta los ciclos de cultivo y reduce los rendimientos.
Este grano no sólo representa un elemento gastronómico, sino también un patrimonio cultural que está desapareciendo. “Ya no hay”, menciona el chef Gerardo Vázquez Lugo sobre su disponibilidad en supermercados.
Panorama crítico en otros países latinoamericanos
Panamá: Una crisis alimentaria inminente
Al mismo tiempo, Panamá enfrenta una situación igual de alarmante. El país centroamericano, donde el consumo per cápita alcanza los 70 kilos anuales, se encuentra ante una crisis en la zafra 2025-2026 sin precedentes.
La Cadena Agroalimentaria de Arroz advierte sobre múltiples problemas que ponen en riesgo la producción:
- Precios de compra inferiores a los costos de producción.
- Altos riesgos financieros para los agricultores.
- Impacto del fenómeno de El Niño en la calidad de los cultivos.
- Importaciones irregulares que saturan el mercado local.
“El arroz es más que un cultivo: es la base de nuestra seguridad alimentaria y la vida económica de miles de familias rurales”, advirtió Omar Spiegel, presidente del Comité de la Cadena Agroalimentaria.
Bolivia: El cambio climático como amenaza principal
En Bolivia, la situación tiene un claro culpable: el calentamiento global. En Santa Cruz, principal zona arrocera del país, la temperatura ha aumentado significativamente en cuatro décadas, pasando de 24,7°C a 25,8°C.
Este fenómeno está provocando:
- Desplazamiento de cultivos: la producción se está trasladando hacia el norte del departamento.
- Degradación de suelos: los terrenos cultivables rinden cada vez menos.
- Reducción de lluvias: 27% menos precipitaciones comparado con hace cuatro décadas.
- Eventos climáticos extremos: alternancia entre inundaciones y sequías prolongadas.
Como resultado, platos tradicionales como el majadito, el locro carretero y el pan de arroz, parte fundamental del patrimonio gastronómico boliviano, enfrentan un futuro incierto.
La crisis global del arroz
Una amenaza a la seguridad alimentaria mundial
La crisis del arroz no se limita a Latinoamérica. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) ha advertido sobre un posible “apocalipsis alimentario” donde productos como el arroz podrían encontrarse en riesgo de extinción para 2050. Otros casos que enfrentan dicha situación son:
- Trigo.
- Café.
- Cacao.
- Maíz.
- Plátano.
Las estimaciones de la ONU indican que la población mundial podría alcanzar los 9.700 millones de habitantes para 2050. Para alimentar a todos, la producción de alimentos debería aumentar un 70%.
El impacto ambiental de la producción
El arroz, además de enfrentar amenazas, también genera presión sobre los recursos naturales. Producir un kilo de este cereal requiere aproximadamente 3.400 litros de agua.
Sin embargo, esta cifra es significativamente menor que la necesaria para producir proteína animal. Por ejemplo, un kilo de carne de res demanda más de 15.000 litros de agua.

Imagen: Buenazo.pe
Soluciones y perspectivas de futuro
Caminos hacia la sostenibilidad
Ante esta situación crítica, diversos expertos y organizaciones proponen soluciones:
- Investigación y desarrollo: crear variedades resistentes al cambio climático.
- Modernización de sistemas productivos: implementar técnicas de cultivo más eficientes.
- Apoyo gubernamental: establecer políticas claras de protección a productores locales.
- Incentivos económicos: subsidios como el propuesto en Panamá de 7.50 balboas por quintal.
- Educación al consumidor: valorar el producto local y su importancia cultural.
El caso de Honduras como advertencia
Honduras representa un ejemplo de lo que podría suceder en otros países si no se toman medidas. Su producción ha caído de 1.5 millones de quintales en 2015 a apenas medio millón en 2024.
Los agricultores hondureños enfrentan múltiples desafíos:
- Eliminación de aranceles bajo tratados de libre comercio.
- Migración masiva de mano de obra rural.
- Falta de tecnología agrícola.
- Estragos del cambio climático.
La situación del arroz en peligro de extinción es un llamado a la acción
El arroz en peligro de extinción no es solo una crisis agrícola, sino una amenaza a la soberanía alimentaria, al patrimonio cultural y a la economía de comunidades enteras. Los gobiernos, productores, consumidores e instituciones internacionales deben actuar coordinadamente.
Finalmente, debemos recordar que este grano no solo nutre cuerpos, sino que sostiene tradiciones milenarias que definen la identidad de nuestros pueblos. Proteger el arroz es proteger nuestra propia existencia y legado cultural para las generaciones futuras.