Los peligros de salud y alimentarias por no curar un molcajete nuevo

Ya sea para moler especias, hacer una salsa mexicanas, triturar alimentos duros y más actividades, el molcajete es el utensilio de cocina que no puede faltar en una cocina mexicana. Sin embargo, ahora te contaré los peligros de no curar un molcajete nuevo. Además, checa cómo diferenciar un molcajete de pierda y uno de cemento que es tóxico.

El molcajete es uno de los utensilios más tradicionales de la cocina mexicana, fabricado principalmente con piedra volcánica, y utilizado para moler especias, hacer salsas o preparar guacamole.

Sin embargo, aunque muchas personas lo usan apenas lo compran, ignorar el proceso de curado puede tener consecuencias importantes.

Por esta razón se debe curar un molcajete antes de usarlo

La principal razón para curar un molcajete de piedra volcánica es eliminar los restos de polvo, arena y pequeñas partículas que quedan sueltas tras su fabricación.

Durante el tallado de la piedra, es común que se formen poros o grietas donde se acumulan residuos. Si se utiliza sin curar, estos restos pueden mezclarse con los alimentos.

Además, la piedra volcánica porosa tiene la capacidad de absorber líquidos y sabores. Si el molcajete sin curar entra en contacto directo con ingredientes húmedos o aceites, puede absorberlos de forma permanente, afectando tanto el sabor de futuras preparaciones como su higiene.

En pocas palabras, el curado sella la superficie del molcajete. Este proceso crea una capa protectora que mejora su desempeño y lo hace más resistente al uso diario.

Esto es lo qué pasa si no se cura un molcajete. Conoce los peligros de no aplicar esta técnica milenaria antes de usarlo. Foto: Facebook

¿Qué peligro hay de no curar un molcajete?

El uso de un molcajete sin curar conlleva varios riesgos que pueden pasar desapercibidos para quienes no están familiarizados con su mantenimiento adecuado. Entre ellas esto podría pasar:

1. Mal sabor en los alimentos

Cuando el molcajete no ha sido curado, los alimentos preparados en él pueden adquirir un sabor terroso. Esto se debe a los minerales expuestos en la piedra volcánica, lo cual arruina el perfil de sabor esperado en salsas, guacamoles o cualquier preparación molida.

2. Contaminación alimentaria

Uno de los problemas más serios es la contaminación. Las partículas de piedra o restos de arena que no han sido eliminados pueden desprenderse y mezclarse con los alimentos. Consumir estos residuos podría causar irritaciones digestivas o molestias estomacales.

3. Desgaste del molcajete

Al omitir el proceso de curado, el molcajete queda más propenso al desgaste acelerado. Las partículas sueltas dentro de su superficie interna se van desprendiendo con el uso, debilitando su estructura y reduciendo su vida útil.

Sin embargo, aunque muchas personas lo usan apenas lo compran, ignorar el proceso de curado puede tener consecuencias importantes. Foto: Facebook

¿Cómo se cura un molcajete nuevo?

Para evitar los riesgos del molcajete sin curar, es importante realizar un proceso de curado adecuado antes del primer uso. Existen varios métodos, pero uno de los más tradicionales y eficaces consiste en lo siguiente:

1. Limpieza inicial: Lava el molcajete solo con agua (sin jabón) y un cepillo para eliminar el polvo superficial.

2. Molienda de arroz crudo: Coloca un puñado de arroz crudo en el centro y muélelo hasta que quede hecho polvo. Repite este paso varias veces hasta que el polvo ya no salga gris o negro.

3. Agregado de ingredientes húmedos: Mezcla arroz con un poco de ajo o sal y vuelve a moler. Esto ayuda a sellar los poros con ingredientes naturales.

4. Reposo: Deja reposar esta pasta en el molcajete unas horas antes de enjuagarlo con agua.
Una vez curado, el molcajete estará listo para usarse de manera segura, sin riesgo de liberar partículas ni alterar sabores.

Una vez curado, el molcajete estará listo para usarse de manera segura, sin riesgo de liberar partículas ni alterar sabores. Foto: Facebook

¿Cuánto tiempo dura un molcajete curado correctamente?

Un molcajete curado puede durar décadas si se le da el mantenimiento adecuado. No solo es una herramienta duradera, sino también altamente valorada en la cocina por el sabor que aporta a las preparaciones.

Lo ideal es no usar jabón al lavarlo, ya que puede ser absorbido por la piedra y alterar el sabor de los alimentos. Basta con agua y cepillo para mantenerlo limpio tras cada uso.

Además, es recomendable evitar cambios bruscos de temperatura y nunca usarlo como recipiente para guardar alimentos por mucho tiempo, ya que su superficie porosa puede absorber humedad o residuos.

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