Vierte el jugo de limón sobre las chuletas y cubre con un poco de orégano molido. Salpimienta.
Sella la carne por ambos lados en una sartén con poco aceite. Retira del fuego y espolvorea encima el queso manchego.
Coloca en una charola para horno, tapa y hornea a 180 ºC por 4 minutos o hasta que gratine el queso.
Calienta la mantequilla en una olla y añade los champiñones cortados en cuartos, las espinacas, el ajo y el vino. Salpimienta y cocina durante 7 minutos.
Sirve las chuletas y acompaña con las espinacas calientes.