HIERVE el agua en una olla amplia. Cuando suelte el hervor, añade sal (agrega una cucharada de sal por cada litro de agua).
AGREGA la pasta, tomando con la mano el puño de pasta por arriba y sumerge el extremo inferior en el agua y suelta; conforme se ablande, sumerge el resto.
NO tapes la olla durante la cocción.
Durante el cocimiento inicial, mezcla de vez en cuando, con una pala o tenedor de madera, porque es cuando la pasta desprende el almidón y puede ocasionar que se pague.
Cuando la pasta haya llegado al punto óptimo de cocimiento, retira del fuego y escurre de inmediato. Reserva dos tazas de líquido de cocción para la salsa.
Salsa clásica de tomate
CORTA los jitomates en cubos chicos sin semillas.
CALIENTA el aceite y acitrona la cebolla y el ajo.
AÑADE el jitomate y cocina por 10 minutos o hasta que hay soltado sus jugos.
VIERTE el puré de tomate y mezcla. Agrega el orégano y salpimienta.
MEZCLA y cocina hasta que suelte el hervor. Si la preparación queda seca, añade dos tazas del líquido de cocción de la pasta.
RECTIFICA sazón y cocina por 10 minutos más. Agrega las hojas de albahaca y mezcla.
COCINA por 5 minutos y añade la pasta. Acompaña con queso parmesano rallado al gusto.