Cómo hacer limonada con cáscara de limón sin que se amargue, receta especial
Esta es la limonada más refrescante que probarás en tu vida. Se prepara con cáscara, pero no amarga y ¡queda deliciosa!
La cáscara de limón es la estrella oculta en la receta de la limonada, aportando un toque distintivo y, a veces, desafiante. Sin embargo, para no llegar a amargar una bebida tan refrescante, acá te enseñamos la forma correcta de cómo hacer limonada con cáscara de limón. Además, checa 3 trucos para conservar los limones (dentro o fuera del refri) por más tiempo.
El amargor característico del limón proviene del limoneno, su aceite esencial, que se libera al romperse las células vegetales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el amargor también se encuentra en la cutícula blanca de la corteza del limón.
Para preservar el equilibrio perfecto entre sabor y frescura, es crucial evitar romper en exceso las células durante la preparación, por eso no se debe exceder en el tiempo de licuado. Ahí es donde está el secreto para evitar que se amargue: no licuar la mezcla en exceso.
Receta de limonada con cáscara de limón
Ingredientes:
- 7 limones cortados en mitades, con cáscara y pepas Te recomendamos este video
- 1 tz de azúcar blanca
- 2 tzs de agua helada, para licuar
- 2 tzs de agua helada, para diluir
- 4 vasos
Procedimiento paso a paso:
1. LICÚA los limones cortados de 10 a 15 segundos, con 2 tazas de agua helada y 1 taza de azúcar blanca.
2. CUELA muy bien y sirve en una jarra.
3. AÑADE 2 tazas de agua helada para diluir.
4. DISFRUTA inmediatamente.
CONSEJO: No te excedas del tiempo de licuado. Si los limones con cáscara y pepas se licúan demasiado, podrían amargar la limonada.
Beneficios de la limonada con cáscara de limón
El limón también aporta una serie de beneficios para la salud. Rico en vitamina C, un poderoso antioxidante, el limón ayuda a combatir los radicales libres en el cuerpo. Además, contiene flavonoides, compuestos vegetales con efectos antiinflamatorios, contribuyendo a la salud general del sistema inmunológico.
El poder anticoagulante del limón se revela como una herramienta potencial en la prevención de la trombosis. Además, su contenido de potasio y magnesio contribuye a la normalización de la presión sanguínea. Consumir limón de manera regular no solo es refrescante, sino que también puede desempeñar un papel fundamental en la limpieza efectiva de los riñones, reduciendo el riesgo de cálculos renales. ¡La limonada con cáscara se convierte así en un elixir refrescante y saludable que nutre cuerpo y paladar en cada sorbo!
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