El secreto para hacer unos waffles perfectos y deliciosos
¡Deliciosos y perfectos! Su forma de rejilla, combinación crujiente por fuera y sueva por dentro, hacen de los waffles uno de los alimentos favoritos para el desayuno.
Para muchos, los waffles son el desayuno perfecto por su singular mezcla de texturas, crujiente por fuera y sueva por dentro. Sin embargo, aunque sencilla la receta para waffles, un pequeño error puede arruinar su perfección.
Por ello, aquí te daremos el secreto para hacer waffles perfectos y deliciosos. Además de hablar un poco sobre su significado, historia y celebración el próximo 25 de marzo.
Historia del waffle
El origen de este platillo se remonta a la cocina medieval y su singular forma de cocinarse en forma cuadrada, se debe a las gruesas planchas de hierro que eran utilizadas para lograr una mejor cocción de la masa. Aprende cómo hacer waffles salados rellenos de jamón y queso.
Sin embargo, el Día del Waffle originalmente se celebro en Suecia el 25 de marzo y se busca homenajear a esta galleta suave en su interior y crujiente por fuera. Perfecta para combinar con alimentos dulces y salados.
Las palabras “waffle” y “wafers” (oblea), derivan del alemán antiguo Wafel, que se traduce como “tejido” y “panal de abeja”. Palabra que podría ser el precursor de la cuadricula en el waffle actual.
Secretos para hacer waffles perfectos
- Se deben separar las claras de huevo de las yemas. Además de batir a punto nieve. Te recomendamos este video
- Se deben mezclar perfectamente leche, mantequilla derretida, azúcar y yemas de huevo (Debes batir hasta que el azúcar se disuelva bien).
- Los ingredientes como la harina, polvo para hornear y sal deben estar secos y en un recipiente grande.
- Debes tener una masa perfecta, que no tenga grumos y al mezclar con las claras a punto nieve, no debes batir, solo envolver los ingredientes, ya que de lo contrario la masa no crecerá.
Actualmente, los waffles se cocinan por todo el mundo con diferentes y variadas versiones de esta receta. Ya sean dulces o salados, para el desayuno, la comida o la cena, vas a salivar y chuparte los dedos por su sabor.
