La manera correcta de lavar, desinfectar y conservar las espinacas

Te destacamos los pasos adecuados para eliminar la tierra, los insectos y otros contaminantes que pueden estar presentes en las hojas, garantizando su seguridad y frescura. Además, se incluyen consejos prácticos sobre cómo manejar las espinacas, desde su lavado hasta su almacenamiento, para asegurar que mantengan su calidad por más tiempo.
Lavar las espinacas correctamente es un paso esencial para garantizar que estén libres de suciedad, bacterias y otros contaminantes. Aunque parece una tarea sencilla, hacerlo de la manera adecuada es fundamental para mantenerlas frescas y seguras para el consumo. Además, descubre cuánto tiempo se deja remojar los frijoles para evitar gases.
Te recomendamos este videoYa sea que las uses en ensaladas, sopas o guisos, el lavado adecuado no solo ayuda a eliminar restos de tierra, sino que también contribuye a conservar mejor su sabor y textura. Aquí te damos algunos consejos sobre cómo lavarlas para que disfrutes de todas sus propiedades y beneficios sin preocupaciones.
Cómo lavar espinacas, paso a paso
1. Lávalas solo cuando las vayas a usar
Evita lavar las espinacas antes de guardarlas. El exceso de humedad puede acelerar su descomposición. Lávalas solo cuando las vayas a usar.
2. Sécalas bien
Si necesitas lavar las espinacas antes de almacenarlas, asegúrate de secarlas completamente. Puedes usar una toalla de papel limpia o una centrifugadora de ensaladas para eliminar el exceso de agua.
3. Usa un recipiente ventilado
Guarda las espinacas en un recipiente con ventilación, como una bolsa perforada o una caja de plástico con agujeros, para permitir que circule el aire. Esto evitará que se acumulen humedad y gases que aceleran el deterioro.
4. Evita la humedad excesiva
La humedad es uno de los principales factores que acelera la descomposición de las espinacas. Si las guardas en una bolsa de plástico, coloca una toalla de papel dentro para absorber el exceso de humedad.
5. Refrigera las espinacas
La espinaca se debe almacenar en el refrigerador, preferiblemente en el cajón de verduras. El frío ralentiza el crecimiento de bacterias y ayuda a mantener las hojas frescas por más tiempo.
6. Revisa las hojas regularmente
Revisa las espinacas de vez en cuando y elimina cualquier hoja que esté marchita o dañada. Esto evitará que la descomposición se propague a las hojas saludables.
7. Congelar para almacenamiento a largo plazo
Si tienes demasiadas espinacas y no puedes usarlas rápidamente, considera congelarlas. Para ello, blanquéalas primero (sumérgelas en agua hirviendo por unos minutos y luego en agua fría) y luego congélalas en bolsas o recipientes herméticos. Esto preservará su sabor y nutrientes por más tiempo.
¡NO TE PIERDAS NUESTRO CONTENIDO, SIGUE A COCINA VITAL EN GOOGLE NEWS!

Nunca guardes las espinacas mojadas o húmedas. Después de limpiarlas, déjalas secar y escurrir al aire libre sobre una hoja de papel absorbente. Foto Cocina Vital
Siguiendo estos consejos, puedes extender la frescura de tus espinacas y disfrutar de su sabor por más tiempo.
Ahora que ya sabes cómo lavar espinacas correctamente, te puede interesar el siguiente contenido:
Conserva las hojas de espinacas con este truco de papel aluminio
¿Cómo cocer garbanzos para que no generen gases o flatulencias?
Cómo desflemar una col cruda para evitar gases y que caiga pesado en el estómago