¿El bolillo realmente puede quitar el susto? Esto es lo que dice la ciencia

La tradición de comer un bolillo para el susto no solo calma tu estómago, sino que la ciencia ha confirmado que realmente ayuda a tu cuerpo a recuperarse del estrés agudo.
La tradición mexicana de consumir un bolillo para el susto después de momentos estresantes no es solo un remedio de abuela. Investigadores de la UNAM han descubierto que este consejo popular tiene fundamentos científicos sólidos. El pan no solo calma el estómago, sino que también ayuda a recuperar el equilibrio emocional tras experimentar situaciones alarmantes, como una alerta sísmica.
El origen del bolillo en la cultura mexicana y cómo ha ayudado contra los sustos
Este icónico pan mexicano tiene sus orígenes en el Porfiriato. Fue creado por el panadero francés Camille Pirotte que, al no encontrar los ingredientes tradicionales para su levadura, improvisó con elementos locales. El resultado fue este pan artesanal que se ha convertido en parte fundamental de la gastronomía y la medicina popular en México.
Tras ello, las abuelas mexicanas comenzaron a combinar instintivamente dos elementos terapéuticos poderosos. Por un lado, ofrecían el bolillo para contrarrestar las reacciones fisiológicas del susto. Por otro, proporcionaban cariño, atención y contención emocional. Esa combinación holística explica por qué las recetas tradicionales resultaban tan efectivas.
¿Por qué el bolillo es efectivo contra el susto según los expertos?
El efecto fisiológico del estrés en el cuerpo
Cuando experimentamos un susto repentino, nuestro organismo desencadena una cascada de reacciones bioquímicas. La doctora Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que el estrés agudo provoca un incremento en la producción de ácido estomacal.
Este aumento de acidez genera esa sensación de vacío y dolor en el vientre tan característica. En ocasiones, incluso puede provocar náuseas intensas y otros malestares digestivos. Por lo tanto, ingerir un pan blanco como el bolillo contrarresta eficazmente esta molesta acidez.
Las hormonas que se activan durante un sobresalto
El proceso del susto involucra múltiples sistemas corporales. Cuando nos sobresaltamos, se estimula la hipófisis en nuestro cerebro. Como resultado, la glándula suprarrenal libera dos hormonas fundamentales:
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- Adrenalina: acelera el ritmo cardíaco y respiratorio.
Dichas hormonas preparan al cuerpo para la “reacción de lucha o huida”. Este mecanismo evolutivo nos coloca en modo supervivencia para enfrentar amenazas potenciales.
Los carbohidratos como remedio natural
La eficacia del bolillo radica en su composición nutricional. Su alto contenido de carbohidratos inhibe naturalmente la secreción de ácidos estomacales. Además, su textura particular ofrece beneficios adicionales.
La corteza dura y la miga esponjosa del bolillo nos obligan a masticar concienzudamente. Este acto mecánico cumple una función psicológica importante: nos distrae y reduce significativamente nuestros niveles de ansiedad tras el sobresalto.
Mitos relacionados con el susto
El susto y la diabetes: Una relación inexistente
Un mito muy extendido afirma que un susto intenso puede causar diabetes. La doctora Ortiz Olvera desmiente categóricamente esta creencia popular. Realmente, si alguien descubre que padece diabetes después de un evento estresante, es porque ya existía una predisposición previa.
Las personas con diabetes pueden consumir un pedazo de bolillo sin preocupaciones después de un susto. De hecho, esto les ayuda a estabilizar sus niveles de azúcar y prevenir mareos repentinos.
La dosis adecuada para obtener beneficios
En verdad, sí existe una dosis ideal; la especialista recomienda moderación al consumir bolillo después de un susto. Tres bocados son suficientes para obtener los beneficios digestivos sin exceder la ingesta calórica. Cada pieza contiene aproximadamente 180 kilocalorías, que representan el 10% de las necesidades diarias de un adulto sano.

Imagen: México Desconocido
Alternativas al tradicional bolillo para el susto
Otros alimentos que combaten el malestar estomacal
El profesor Eduardo Calixto González de la Facultad de Psicología de la UNAM señala que existen otras opciones efectivas:
- Frutas frescas con alto contenido de fibra.
- Yogur y productos lácteos fermentados.
- Alimentos ricos en fibra soluble.
Cualquier alimento que llegue al estómago modifica el pH y altera la acidez gástrica. Sin embargo, la efectividad varía según la condición individual de cada persona y su flora intestinal.
El componente emocional: Más allá del alimento
Más allá del tradicional “bolillo pa’l susto“, el componente emocional puede ser una parte importante. El profesor Calixto González enfatiza que abrazar a una persona asustada genera certidumbre y estabilidad emocional.
El contacto físico estimula la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor. Este proceso bioquímico nos ayuda a recuperarnos más rápidamente de situaciones traumáticas o estresantes que el consumo de cualquier alimento.
Ahora ya conoces la explicación científica del famoso bolillo para el susto
La próxima vez que alguien te ofrezca un bolillo para el susto, sabrás que no es solo una superstición. Existe una base científica sólida que respalda esta práctica ancestral. Los carbohidratos del pan neutralizan el exceso de ácido estomacal producido durante momentos de estrés agudo.
Sin embargo, recordemos que el verdadero poder curativo quizás no esté solo en el pan. El acompañamiento, el cariño y la atención que recibimos junto con ese bolillo podrían ser igualmente importantes para nuestra recuperación emocional y física.