Sí, los garbanzos sirven para algo más que para hacer guisos y estas siete recetas son una buena muestra de ello. Ensaladas, salteados, incluso hamburguesas. Descubre todas las posibilidades que se ofrecen con estas recetas con garbanzos. Además, puedes checar estas 10 recetas con garbanzos cocidos ¡Fáciles, baratas y deliciosas!
Los garbanzos son uno de los alimentos más sanos que hay ¡y encima son baratos! Por eso, merece mucho la pena aprender a sacarles partido e incorporarlos en nuestra colección de recetas saludables. En cocido, del tipo que sea (montañés, madrileño, maragato…) o en formato puchero o potaje siempre son bien recibidos. No obstante, también sirven para hacer recetas más ligeras ideales para cualquier día de la semana, incluso para las cenas.
Los garbanzos son una de las legumbres más nutritivas que encontramos, siendo un ingrediente muy presente en la gastronomía mediterránea tradicional. También es muy utilizado en la gastronomía árabe, donde se consumen principalmente en forma de hummus y falafeles, y en la India, donde es frecuente que formen parte de los dhals y currys. En este post presentamos las propiedades de los garbanzos y su valor nutricional.
Debido a su contenido en fibras, el garbanzo disminuye la absorción de grasas de los alimentos en el intestino, equilibrando los niveles de colesterol en la sangre y previniendo así enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis, infarto y ACV.
El garbanzo contiene zinc y vitamina E, nutrientes con acción antioxidante que protegen y fortalecen las células del sistema inmunológico, ayudando en la cicatrización de heridas y combatiendo gripes, alergias y resfriados.
El garbanzo es rico en proteínas y, cuando se consume con cereales como arroz, pan y pasta, proporciona una buena cantidad y calidad de aminoácidos esenciales para el aumento de masa muscular. Conozca cómo combinar mejor los tipos de proteína vegetal.
El garbanzo ayuda a mejorar el estado de ánimo porque contiene triptófano, un aminoácido que estimula la producción de hormonas que regulan el placer y el bienestar. Descubre cómo aumentar el consumo de triptófano.
Debido a su contenido en fibras solubles, el garbanzo mantiene el buen funcionamiento del intestino, ya que promueve la absorción de agua en las heces, haciéndolas más suaves y ayudando a combatir el estreñimiento.
El garbanzo es rico en fibras que disminuyen la velocidad de absorción del carbohidrato de los alimentos, equilibrando los niveles de glucosa en sangre y evitando así la resistencia a la insulina y la diabetes.
Debido a su contenido en hierro y ácido fólico, nutrientes importantes para la formación de células sanguíneas, el garbanzo es una excelente opción para prevenir la aparición de anemias.
El garbanzo contiene calcio, fósforo y magnesio, minerales esenciales para fortalecer y mantener la salud de los huesos, evitando problemas como fracturas, osteopenia y osteoporosis.
Debido a su contenido en fibras y proteínas, el garbanzo es una leguminosa de bajo índice glucémico que favorece la pérdida de peso, ya que prolonga la sensación de saciedad y disminuye el hambre a lo largo del día.
El garbanzo contiene saponinas y flavonoides, compuestos bioactivos con acción antioxidante que estimulan el sistema inmunológico, combatiendo los radicales libres y ayudando a prevenir el desarrollo de cáncer de intestino y de mama, por ejemplo.
El garbanzo contiene zinc, un mineral esencial para las funciones cognitivas, mejorando así la memoria y el proceso de aprendizaje.
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