Sustitutos de azúcar: todo lo que necesitas saber

Al mencionar la palabra postre, automáticamente pensamos en un alimento con muchas calorías, de sabor maravilloso pero cargado de culpa.

Generalmente, al cuidar nuestro peso y pensar en el bienestar familiar, lo primero que recortamos o limitamos en nuestra alimentación diaria son los azúcares y harinas, y en muchas ocasiones decidimos sustituirlos por edulcorantes y surgen las dudas sobre qué tan sanos son y si son aptos para el consumo de niños o personas con alguna enfermedad.

Gracias a las investigaciones y nuevos desarrollos tecnológicos, se han desarrollado cada vez más opciones más saludables y de fácil consumo, a las que puedes dar una amplia variedad de aplicaciones, y no sólo restringirlas a tu taza de café. Para poder entender cómo funcionan, adentrémonos un poco más en el mundo de los azúcares.

¿QUÉ ES UN AZÚCAR?

Los azúcares son carbohidratos que dentro del organismo se convierten en glucosa, nutriente principal de nuestras células.

Hay azúcares simples, que encontramos en forma natural, como la glucosa y la fructuosa (el azúcar de las frutas); complejos, como el azúcar de mesa (sacarosa), el azúcar que encontramos en la leche (lactosa), etc.

¿QUÉ ES UN SUSTITUTO DE AZÚCAR?

Un sustituto de azúcar es un complemento alimenticio que multiplica el efecto del azúcar común, dando mayor sabor con menor cantidad de producto.

Existen sustitutos que provienen de compuestos sintéticos, llamados edulcorantes artificiales. Estos, con frecuencia, tienen una sensación distinta al paladar y se acompañan de químicos que “enmascaran” su sabor.

A finales de los años 50, se comercializó el primer edulcorante artificial -la sacarina– y nació la controversia acerca de su consumo y los efectos que tenía sobre la salud. A pesar de que desde entonces se aprobó sólo el uso de aquellos compuestos que demostraron ser seguros y no causar enfermedades, sólo si se consumen en cantidades imposibles de ingerir para cualquier humano, algunos de estos no son recomendables para niños, ya que aportan gran cantidad de químicos que su cuerpo no necesita.

Es por esto que en la última década han surgido sustitutos de origen natural que son seguros para el consumo de toda la familia, personas embarazadas o con algún padecimiento como diabetes, sin los riesgos que implica consumir un edulcorante artificial, y que proporcionan gran sabor.

DULCES BENEFICIOS

1. Pérdida de peso. Bajan tu consumo de calorías y aumentan la sensación de saciedad. No olvides cuidar las porciones, ya que en ocasiones, al pensar que el alimento está preparado con sustitutos de azúcar, se come en mayor cantidad.

2. Salud dental. Son amigables con los dientes, pues no son fermentados por los microorganismos que habitan en la boca.

3. Regulan el nivel de azúcar. Personas con enfermedades como la diabetes tienen problemas para regular los niveles de azúcar en la sangre, por lo que al consumir endulzantes artificiales no se ven obligados a privarse de comer alimentos dulces.

4. Embarazo. Los sustitutos naturales no hacen ningún daño al bebé que se está formando y pueden ser consumidos por mujeres que desean controlar el aumento de peso natural de esta etapa.

5. Niños. Son seguros para la salud de los pequeños y no proporcionan un exceso de calorías, con lo que se previene el sobrepeso en la infancia.

6. Estilo de vida saludable. Al evitar la gran cantidad de alimentos procesados, que contienen un alto porcentaje de azúcar refinada y conservadores, se puede optar por derivados del azúcar que proporcionan un agradable sabor y favorecen hábitos saludables.

DICCIONARIO DE ENDULZANTES

Acesulfame K. Edulcorante artificial, aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar. No se metaboliza en el organismo humano, excretándose rápidamente sin cambios químicos, por lo que no tiende a acumularse.

Aspartame. Es una combinación de fenilananina y ácido aspártico, que son 2 aminoácidos. Endulza cerca de 200 veces más que el azúcar, pero deja un sabor dulce residual más intenso, que dura en la boca largo tiempo y en ocasiones se asocia a un sabor metálico o extraño.

Fructosa. Endulzantes natural que se obtiene principalmente de las frutas y la miel. Aporta 4 calorías por gramo y es un componente básico de la sacarosa o azúcar común. Se comercializa granulado para poder se utilizada como azúcar de mesa.

Isomaltosa. Es un azúcar doble que se puede incorporar en edulcorantes de mesa y en alimentos bajos en calorías, para aportar volumen y sabor. Tiene un valor calórico bajo y posee el mismo perfil que el azúcar, así como la misma apariencia.

Mascabado. Es el nombre que recibe el azúcar extraído de la caña que aún no ha sido refinada. De sabor ahumado y textura húmeda y apelmazada, mantiene todas las vitaminas y minerales del azúcar.

Stevia. Edulcorante 100% natural, 250 a 300 veces más dulce que el azúcar. No se metaboliza y es utilizado como sustituto del azúcar en productos alimenticios, cosméticos y farmacéuticos. Puede ser consumido por toda clase de personas, incluso pacientes con diabetes.

Sucralosa. Se fabrica a partir del azúcar y se utiliza en su reemplazo para bebidas de bajas calorías y alimentos procesados. Pasa por el cuerpo sin acumularse y es eliminada después de consumida. Se considera 600 veces más dulce que el azúcar.